Manhart MH3 V8 RS Clubsport, largo nombre para un BMW M3 biturbo con 750 CV
Manhart Racing ya le tiene la medida cogida al BMW M3. Su experiencia con el modelo viene de atrás y con resultados más que interesantes, como su BMW M3 E92 con motor V10, el mismo en esencia que el de todo un BMW M5 E60, o su BMW M3 E92 Compressor con 655 CV gracias a la sobrealimentación mediante compresor, pero en esta ocasión van todavía más allá con los 750 CV del Manhart MH3 Biturbo V8 RS Clubsport.
Un largo y difícil nombre para recordar, pero si os contamos que básicamente se trata de un BMW M3 E92 profundamente preparado que ha sustituido su motor 4.0 V8 con 420 CV de serie por otra mecánica BMW M, la cosa se aclara un poco más. Manhart le ha incorporado el 4.4 V8 sobrealimentado, ya conocido de los BMW X5 y X6 M, que de serie ya entrega nada menos que 555 CV. Un par de cambios más, como la adición de dos turbocompresores de generoso soplado, un intercooler más grande, pistones y bielas reforzados, mejor lubricación y un escape deportivo artesanal y aquí tenemos los 750 CV dispuestos al galope.
Más cambios y modificaciones para poder alcanzar esos 750 CV y un brutal par máximo de 910 Nm: nueva gestión electrónica, el implante del cambio M Sport de seis relaciones también procedente de los BMW X5/X6 M y el diferencial autoblocante del BMW M5 E60. Con todos estos ingredientes, tenemos una especie de Frankestein bemeuvista, confeccionado con elementos de aquí y de allá de diferentes BMW M. Con un peso total de 1.590 Kg (y una relación peso/potencia de auténtica locura, 2.12 kg/CV), las prestaciones no defraudan: aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 3.2 segundos y una velocidad máxima estimada en 350 km/h.
Exteriormente también se aprecian numerosos cambios, que pueden parecer más o menos acertados, pero en todo caso son necesarios. Para rebajar peso se opta por la fibra de carbono, presente en elementos como el capó delantero, spoiler inferior, pasos de rueda ensanchados, difusor trasero o alerón posterior, totalmente regulable y que colabora en el aspecto aerodinámico. También la cubierta del motor está realizada en el mismo material, así como los asientos (de tipo bucket). No falta la imprescindible jaula de seguridad, fabricada por Wiechers, o un sistema especial de información, que mide aceleraciones, fuerzas G o la presión de soplado.
Por último, Manhart recurre a una suspensión ajustable coilover, frenos Movit con pinzas de seis o cuatro pistones (para ejes delantero y trasero) y diámetros de disco de 396 y 380 milímetros, respectivamente. Las llantas de aleación son de diseño propio, forjadas en una pieza, realizadas en negro mate y de 20 pulgadas de diámetro, mientras que para los neumáticos recurren a los Continental SportContact 5 en medidas 255/30 ZR20 (delante) y 325/25 ZR20 (detrás).
Y esta es precisamente una de las mayores pegas que le pongo: no dudo que necesite de tanta goma en contacto con el asfalto para digerir bien los 750 CV, pero con tanta llanta y neumático de camión parece, en las imágenes, como una especie de BMW Cross M3, y más con los pasos de rueda negros realizados en fibra de carbono. En cualquier caso, no se puede discutir que, más allá de aspectos estéticos al más puro estilo Need For Speed, estamos ante una preparación que se sale de la norma, trabajada y con potencia a raudales.
Fuente: http://www.diariomotor.com
