No estaba tan equivocado mi tocayo Nikolas August Otto al afirmar “el motor eléctrico es un invento genial, que seguramente algún día complementará al motor de gasolina”.
Cierto es que BMW lleva más de 40 años de estudio en la materia, aprovechando la circunstancia de las Olimpiadas de Río de Janeiro, recordemos que ellos presentaron un auto 100% eléctrico en los Juegos Olímpicos de Alemania en 1972.
La motivación sin duda iba de la mano de la propia mentalidad alemana de desarrollar cosas excepcionales, pero también porque no decirlo, previendo los problemas que luego se presentarían con la famosa Crisis del Petróleo.
Mucho tiempo ha pasado, para que la motivación hoy en día de adquirir un vehículo eléctrico o híbrido en México sea la de escapar de las limitantes a la circulación, ahorrar gasolina, exentar verificaciones y pago de tenencia vehicular, así como también colateralmente contaminar menos.
Convengamos que las medidas tomadas en conjunto por el gobierno de la flamante Ciudad de México y la Secretaria de Medio Ambiente le están haciendo fácil la vida a las armadoras al generar un escenario ideal y ayudar con la demanda de este tipo de vehículos alternativos.
Descartando los casi inalcanzables precios de los eléctricos (pero no por ello, injustificados), las opciones se reducen al mercado de los híbridos, en donde tenemos para elegir de un abanico bastante interesante que va desde un Chevrolet Volt, Tesla S, Toyota Prius, VW Touareg Hibrida a un Panamera S-E Hybrid.
Dentro de la marca bávara las opciones son el i3 REX, el i8 y más “mundanos” el X5 XDrive 40e y el 330e. Aquí vale la pena aclarar que ahora son “iPerformance” ya que se dejó de lado la denominación con la que los conocimos anteriormente de “Active Hybrid”.
La unidad que reseñamos hoy, es una de las primeras vendidas en el país y agradecemos al entusiasta integrante del Club que nos lo prestó.
Lo único que lo delata contra un serie 3 normal, es la compuerta lateral para cargar su batería, misma que se encuentra en la salpicadera izquierda delantera, los emblemas “eDrive” sobre el pilar “C” y en su cajuela la letra “e”.
Dato curioso, esta letra fue puesta en los modelos de la plataforma E30 (1984 - 1993), derivada de la letra griega “eta”, y conocida también por simbolizar la eficiencia.
En aquella época, los motores con esta denominación tenían mayor desplazamiento, pero mucho menos caballos de fuerza (decisión tomada también por la antes mencionada crisis del petróleo). El principal beneficio que traía era la gran capacidad de torque a bajas revoluciones por minuto y el resultado una mayor eficiencia en el gasto de combustible.
El exterior de este F30 (código interno de identificación asociado al chasis) ya tuvo su LCI o “life cycle impulse”, algo así como crisis de la edad media, pero para los autos.
Se hacen mejoras no solo estéticas, sino también funcionales y correcciones en caso de haber presentado algún problema (porque si, nadie es infalible y a veces salen con problemas).
Es algo que BMW y varias armadoras realizan, dar una actualización a sus modelos después de cierta cantidad de años en el mercado.
Aunque cabe destacar que la palabra “cambio” como usan algunos no siempre significa que se realicen mejoras. Es hilar fino en el idioma, pero sin dudas y a efectos prácticos, no es lo mismo.
La serie 3 es el barco insignia de BMW, es la más vendida y con la que menos “juegan al valiente” a la hora de innovar porque implicaría ahora sí, perder mucho y no me refiero solo a ventas de mercado.
El año pasado esta serie, cumplió 40 años desde su lanzamiento. Se dice que “todo entusiasta de la marca, tuvo/tiene al menos un serie 3 en su cochera y que también los poseedores de otras marcas han soñado con tenerlo en la suya”. La versión alemana de “todo el mundo tiene un Jetta al menos en la cabeza”, ¿quién habrá copiado a quién?
En fin, en esta sexta generación que fue lanzada en 2011 y presentada en 2012 el “facelift” (otra forma de llamarle) le llego el año pasado con actualizaciones en el sistema de luces delantero, trasero, detalles en la facia y ajustes en el chasis.
También hubo cambio en la motorización, ya que bajaron los 6 cilindros en línea y montaron 4 cilindros (para muchos algo sacrílego), lo que sin duda sigue el lineamiento de ser más eficientes y aprovechar al máximo las ventajas de los motores turbo.
Lo bueno fue la presentación del 340i como edición aniversario (reemplazo del 335i) y ese si viene con un motor 6 cilindros turbo que vio mejorada su fiabilidad y desempeño.
Ahora si hace más sentido la separación de modelos: 320, 330 y 340. Antes, a mi punto de vista no justificaba para ciudad la diferencia entre un 320 y un 328.
El 330e monta el antes mencionado motor 4 cilindros TwinPower Turbo de 2 litros de desplazamiento (técnicamente redondean ya que es de 1.998cc) que brinda unos 184 caballos de fuerza que son acompañados por otros 88 del motor eléctrico.
Al funcionar ambos estamos hablando de 252 caballos con un torque de 309 libras pie, nada despreciable para ser un auto amigable con el ambiente, ¿no?
Bueno si siguen despiertos después de todo esto, entramos a lo que interesa, la prueba de manejo de este “auto enchufable”.
Si las distancias que recorren a diario son relativamente cortas lo que necesitan es un eléctrico, pero como son muy caros por ahora mejor que sea un hibrido, que les permita además poder salir los fines de semana a carretera o bueno no estar acotados a la autonomía de las baterías que montan e ir sufriendo en cada trayecto a ver si les alcanza o no la carga (como sufrimos hoy en día con los celulares).
Pero si además gustan de correrle cuando se puede, el lujo y la presencia de un señor Sedan (en mayúsculas) este híbrido, no debería de estar fuera de su lista a Santa.
Salvo algunas circunstancias especiales, mi desplazamiento está entre 10 a 15 kilómetros diarios dependiendo del tráfico y si me toca hacer el Súper (sí, yo soy de los que no van a la Comer). Por lo que podríamos decir que soy el público objetivo al que se orienta y mi prueba servirá para el propósito ideal con el que fue pensado este tipo de autos.
Para mi buena fortuna y comodidad cuento con un estacionamiento techado que tiene toma corriente para poner a cargar el carro y por si fuera eso poco tengo la posibilidad de “robarle” la carga a una agencia de BMW que está muy cerca.
Y no lo hago por el costo, que sería de aproximado $20 pesos (si veinte pesos con una tarifa de alto consumo), sino porque lo hace más rápido que el cargador que viene con el carro.
Si, la verdad que la carga completa puede demorar mucho tiempo, tanto como 10 horas y eso deja de ser práctico si quieres salvar al mundo (es decir usar el motor eléctrico diario) contra una carga en la agencia que por el voltaje puede reducirse hasta en 3 horas. ¡Menuda diferencia!
Claro esto es subsanable si instalas el cargador rápido que te venden y que además te aconsejan apoyarte en los beneficios de CFE para poner el nuevo medidor y línea. Así tu consumo será bajo y podrás controlar mejor tu gasto real de energía.
Ahí empiezan los problemas y discusiones, primero debes de tener un lugar para conectar tu carro (que tenga buena tierra y voltaje) y luego que tan ecológico es producir cada watt que se consume como para que sea sustentable el usar autos eléctricos / híbridos. Pero eso ya es tema de otra charla.
En una ciudad donde el tráfico, las marchas y todo lo que se les ocurra atentan contra la libre circulación de los automovilistas, el lema de BMW debería de convertirse en “el placer de disfrutar estar estacionado”.
Equipado casi que con todo lo disponible en la lista este vehículo permite disfrutar de asientos de cuero, paletas al volante, “surround view” que no es otra cosa que cámaras bajo los espejos, cajuela y salpicaderas que permiten generar en la pantalla principal una vista 360 del auto.
¿La utilidad de estas? Fácil, al salir de algún estacionamiento o lugar cerrado, poder ver a los laterales sin asomar todo el carro (se supone es más seguro para los peatones que están buscando “pokemones”) y en espacios reducidos poder estacionarse sin golpear el carro … ahhh y usar la función que hace que el carro se estacione solo en paralelo (¡parece mentira que se haya inventado esto y peor aún quien la pida!).
De igual manera los sensores traseros permiten a quien quiera mediante un movimiento de su pie abrir la cajuela sin tocar nada, y poder impresionar a la acompañante o niño de turno con ese truco de “magia”.
La lista sigue de opciones sigue y es larga, mucha de serie por ser la línea Luxury, muchas a mi parecer prescindibles, pero otras muy interesantes como el sistema de tráfico en tiempo real, o la llamada de emergencia al apretar un botón (o en caso de accidente informa ya que está conectado directo a un centro de atención y con la ubicación GPS envían ayuda) y hasta la conectividad con el celular para saber si ya esta cargado, enviarle la dirección de a donde iremos para que planifique la mejor ruta y hasta saber el rendimiento y uso.
Lo que vale la pena sin duda alguna es la iluminación vía LED que para quienes cada día vemos menos, es una gran ayuda, así como también los espejos con antirreflejo automático (laterales y central) ya que en la ciudad abundan los “Rápidos y Furiosos” que instalan luces que no hacen más que cegar a los demás.
El resto del lujo es propio de la marca y se agradece mucho si eres de los que disfrutan del habitáculo en los pequeños detalles de un buen asiento con soporte lumbar, madera en los laterales y plásticos de buena calidad.
El equipamiento interior está muy a la altura de lo que se espera de un auto premium y con un costo cercano a los 800,000 mil pesos (así como está equipado este modelo en particular). La base sin embargo comienza bastante más abajo en $724,900 pesos.
Casualmente esa base es la misma del 330iA Sport y $20,000 pesos más caro que el 330iA Luxury. Estas pequeñas diferencias en valor, creo lo hace una opción muy viable considerando las ventajas mencionadas antes y que al final del día no deben dejarse de lado (¡evitar verificar durante 8 años!).
No obstante, la última pesadilla antes de obtener la exención a verificar, es un trámite en el centro de la ciudad, en donde no tienen mucha idea las autoridades a la hora de solicitar requisitos como “libreta de servicios sellada” en carros donde ya no existen; así que armados de paciencia y apoyo para lograr vencer a la máquina de la burocracia.
Entrando en nuestra rutina del día a día, el 330e se vuelve realmente interesante si los desplazamientos habituales no son demasiados largos, en modo eléctrico presume 40 kilómetros de autonomía, aunque nosotros no logramos sacar más de 33.
Lo práctico es que, si se agota la batería podemos usar el motor de gasolina para desplazarnos igual que cualquier otro vehículo.
El conductor puede seleccionar como en los otros modelos de la marca entre tres formas de manejo: Sport, Confort y Eco Pro. A grandes rasgos cada una busca maximizar una cualidad del vehículo ya sea su deportividad, comodidad o eficiencia. Muy simplista la explicación, pero al final de cuentas es eso.
Ahora en este modelo en particular hay que sumarle tres otros modos que pueden ser elegidos que van dirigidos únicamente al sistema eléctrico del vehículo y estos son: Auto eDrive, Max eDrive y Save Battery.
Cada vez que el carro se prenda se pondrá solo en Auto eDrive en donde el sistema automáticamente gestiona que sistema de propulsión usará considerando varios factores al momento. Ya sea tráfico, inclinación, velocidad crucero, etc. Encontramos que en velocidades inferiores a 80km/h elije siempre el motor eléctrico.
Sin embargo, si somos adoradores de Greenpeace y queremos siempre usar el motor eléctrico debemos de elegir Max eDrive, para así indicarle a la computadora que queremos darle el mayor uso posible a la batería. Así nos dejará ir en modo 100% eléctrico a velocidades de hasta 120km/h.
Por último, el que para mí es el mejor modo, Save Battery, que como bien lo indica busca guardar la carga de la batería, pero a su vez si la misma es inferior al 50% lo que hará es prender el motor de gasolina y hacerlo actuar como generador hasta que la carga alcance un valor de hasta 80%.
Probamos saliendo sin batería desde el centro comercial Perisur hasta la colonia Roma y sin problemas alcanzamos una carga del 70%, donde cabe aclarar y agregar que además la recarga se ayuda con cada frenada que sirve para regenerar energía.
Nos ayudó mucho llevar una velocidad constante en periférico (75km/h) y que no hubiera mucho tráfico. Ya al llegar a destino y regresar lo hicimos en modo 100% eléctrico. El gasto de combustible para este tramo fue mínimo, sin embargo sirve mucho al generar esa carga.
La relación de la caja de velocidades es buena y aprovecha cada una de las 8 marchas que tiene procurando siempre ir en un rango inferior a las 3 mil revoluciones (salvo que se ponga el modo Sport, que “estira” mucho más las revoluciones en cada cambio).
Otro tema para quienes no somos amantes del turbo, es que gracias al motor eléctrico este carro carece de “lag” o retraso entre que uno pisa el acelerador y el auto comienza a desplazarse. Pero hay que acostumbrarse también ya que esa entrega inmediata puede sorprendernos mas de una vez.
Piensen que tienen el 100% de potencia del motor (88hp) al solo pisar del acelerador, es como si fuera un auto a control remoto. Puede ser muy divertido y adictivo, aunque poco eficiente (¡a quien le importa!).
Aprovechamos a sacarlo a carretera, una escapada a Tepoztlán que nos sirvió para confirmar las bondades de tener un auto eléctrico, ya que salimos nuevamente sin carga, pero con tanque lleno y llegamos con batería casi al 90% y un gasto de gasolina de aproximado 5 litros.
Así que al llegar a destino volvimos a usar el motor eléctrico para sigilosamente desplazarnos por las calles repletas de visitantes, desayunar a gusto y una vez acabada la nieve típica del lugar emprender el regreso.
Ahora sí que al regreso sirvió para probar otra estrategia y reglaje de motor / auto, el regreso fue en sport.
Sin abusar mucho ya que aún no está “asentado” el motor, pudimos probar y quitarnos la espina que el manejo deportivo por el cual se ha caracterizado la marca sigue intacto aún.
El resultado final, apenas menos de cuarto tanque (10 litros) y una carga de batería de 80%, y eso que veníamos “probando” y obviamente eso afecta el desempeño final pero aun así muy buenas las cifras.
El carro se siente como cualquier otra serie 3, pero con la salvedad de algunas modificaciones en el área de la cajuela a saber un tanque de gasolina más pequeño (40 litros en total) y un espacio útil de maletero reducido para poder albergar las baterías de alto voltaje que alimentan el motor eléctrico.
La cajuela si bien es poco pequeña aun sirve para guardar buena cantidad de bultos, y mi recomendación sería pedir el vehículo con la división de asientos traseros 40/20/40 que permite acomodar aún más cosas sin problema.
Es notable la diferencia en el modo SPORT de la aceleración y respuesta, así como también la dureza en suspensión y volante. Sin duda el “empuje” que brinda generará satisfacción inmediata en aquellos que miden los carros por “cuanto te pega al asiento”. Está lejos de su hermano mayor el “M3”, pero sin duda no decepciona si tienes que ir rápido.
Ahora sobre la dirección quiero reparar ya que la propia evolución y tecnología nos ha ido llevando a que se pierda ese “feeling”, eso que siempre dicen la “sensación de que el auto transmite hasta los insectos que va pisando”.
Estamos lejos de esa época del pasado, pero hay que mover la hoja, esta dirección es asistida en forma eléctrica lo que facilita mucho a la hora de maniobrar para estacionarse y en caso de necesitarlo se vuelve un poco más rígida a altas velocidades.
La dirección no está muda, solo que quizás no sepan escuchar o estén quedándose sordos, porque en esta generación de serie 3 se logró para mi gusto volver a tenerla y sin sacrificar nada.
Otro detalle que aprecié mucho es el “head up display”, que no es más que la proyección de información variada en el parabrisas. En mi caso muy útil el mapa y permite minimizar las distracciones; pero además ya en carretera te hace sentir como si fueras a bordo de un avión de caza.
Se puede concluir que con un poco más de dinero obtienes el consumo de gasolina (en carretera) de un 320 pero con el plus de tener el “as bajo la manga” de un 330i cuando entre el motor eléctrico.
Es en mi opinión el mejor plug-in hibrido del mercado, considerando el costo beneficio de tu inversión, ya ni les cuento si aprovechan algún plan de financiamiento o lo hacen en arrendamiento. Además, no se ve tan feo como el Prius, aunque claro cuesta un estimado de 44% menos que el BMW.
Se recorrieron poco más de 350 kilómetros combinados en ciudad y carretera, usando únicamente 20 litros de gasolina y 3 cargas completas de energía (un equivalente a 60 pesos mexicanos)
No todos son flores, aquí las cosas que no me gustaron y hay tener presentes si es que se animan por un carro así.
1). Tener donde conectarlo ya que puede ser un dolor de cabeza o saber dónde hay alguna estación de carga. Súmenle la demora en la carga, lo que me lleva al punto 2
2). No hay tantas estaciones de carga aún en la ciudad, esperemos sigan trabajando las armadoras para que ese número crezca, pero también hay que educar a los demás a que no usen los espacios donde están los cargadores… ¡poco de urbanidad, sentido común y educación señores!
3). Me preocupa el mantenimiento que pueda requerir el motor del carro en el corto plazo, ya que prende sin más al requerirle y a veces es a cierta velocidad (sin tener temperatura ideal de trabajo) y de igual manera se apaga en seco, lo que creo afectaría los componentes y en particular el turbo.
Esta “falla” no es de este modelo, sino de todos los actuales y de varias marcas que traen la función de “start/stop”. Con la salvedad de aquellos que permiten desactivarla (no es el caso del 330e).
Si bien no son pocos los apoyos gubernamentales, creo que si deberían ser más para colaborar al que se avienta tamaña inversión y aunque no sea por los motivos correctos ayuda a contaminar menos.
Así como hay lobos con piel de oveja, este es un auto normal disfrazado de ecológico.
No me mal entiendan, si gasta poca gasolina y sirve como eléctrico pero la verdad es que compras un auto normal que por un “plus” de dinero te da muchas ventajas. Creo que esto último es lo que lo hace más atractivo como opción.
Cabe destacar que no nadie en México que haya reseñado un 330e, ya que no hay disponibles siquiera para prensa y sólo se cuentan con las pocas unidades vendidas; asi que esta es una nueva primicia para el Club!.
Espero lo hayan disfrutado tanto como un servidor al hacerla, las fotos lamentablemente son tomadas de internet ya que con las lluvias y poco tiempo disponible no se pudieron tomar unas "decentes".
PD: Como referencia el tipo de cambio está a $18,50 por dólar.
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